El corazon de la vida es el alma.
Pero llega un momento en que el alma alcanza el vacio.
Cuando esto ha sucedido es el momento de iniciar la vuelta a crearla, de forma igual que se construye un sueño, y desde el sueño se produce la circunstancia de que una flor acontece en cada uno de los petalos de tu mañana.
No puede haber mas belleza y en ella, sin cabida para la nostalgia, la capacidad de alcanzar una nueva cima de poesia pura enredada.
Esta es la historia de todos aquellos que un dia lloraron para recuperar un alma vendida a la nada.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
martes, 23 de diciembre de 2008
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