La vida que es vida es siempre la melancolía de un futuro.
El centro de ese vacio se llama anhelo.
El anhelo mas bello es un profundo estado de quietud y silencio.
En todo el proceso de iluminación hay una fase muy importante, el derribo de la barrera que es el cuerpo y la mente.
El cuerpo muere a cada instante.
Infinitas células cambian de continuo tu traje biológico, pero sigues siendo el mismo.
Realmente entender ese hilo conductor es romper con el pasado. Cada uno de los eslabones de ese pasado se llaman pensamientos y el continuo de esos eslabones es una cadena que se llama mente que se ata a tu cuerpo con algo que en el budismo llamamos karma. En occidente lo llaman psicosomatico.
Lo que es obvio es que hay algo que te ata al pasado, y de la misma manera, eso que te ata es intangible.
Por eso, hay una fase que es muy importante que es conseguir que todo eso sea limpiado.
Aquí no te voy hablar de la iluminación. Aquí voy a contarte aquello qué es necesario saber una vez qué la batalla del alma se ha desarrollado.
A eso lo he llamado el lloro del llanto de fausto.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
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